La DGT advierte sobre las peligrosas consecuencias de conducir con temperaturas elevadas

Por encima de los 23ºC se incrementan los fallos del conductor y si se superan los 35ºC, se presentan síntomas similares a los que se tendría con una tasa de alcoholemia de 0,5 miligramos.

El aire acondicionado o el climatizador han dejado de considerarse elementos de lujo para pasar a formar parte del equipamiento de seguridad del vehículo. Así lo pone de relieve la Dirección General de Tráfico, quien advierte de las graves consecuencias que puede tener conducir con temperaturas elevadas.

Según recomienda la DGT, la temperatura ideal para viajar en coche oscila entre los 21 y los 23 grados. Cuando esta cifra se eleva por encima de los 24 grados en el interior del vehículo, los fallos en la conducción aumentan y, con ellos, el riesgo de accidentes. Los expertos coinciden en que las principales alteraciones que sufre el conductor son la disminución de la atención, de la asimilación de la información y de la agudeza visual, y se incrementa el tiempo de reacción y la agresividad al volante, sobre todo si el calor se mantiene durante un tiempo prolongado. Todo ello se debe, como apunta el asesor médico de la DGT, Juan Carlos González Luque, a que el cerebro se ralentiza al tener que regular la temperatura corporal, lo que induce a la fatiga. Además considera que el calor tiene un efecto potenciador: «Si tiene sueño, con calor tendrá más», explica.

Los efectos varían, no obstante, dependiendo de la temperatura a la que se encuentre el interior del vehículo. Según detalla la DGT, basándose en un informe de los departamentos de climatización y termodinámica de la empresa Behr:

– A 23ºC, no se ve el 3% de las señales de tráfico; a 28ºC no se ve el 6% y a 32ºC no se ve el 10% de estas señales.

A estos datos, se unen otros aportados por distintos estudios y recogidos igualmente por la DGT:

– A 30ºC, los fallos del conductor se incrementan un 20% y el tiempo de reacción se alarga un 22%.

– A más de 35ºC, se presentan síntomas similares a los que se tendría con una tasa de alcoholemia de 0,5 miligramos en sangre.

Consejos sobre el uso del climatizador o el aire acondicionado
La Dirección General de Tráfico también ofrece algunas claves para el uso correcto de los sistemas de climatización o de aire acondicionado de los vehículos.

– La temperatura del habitáculo no debe sobrepasar los 24ºC, pero tampoco estar por debajo de los 19ºC.

– Las salidas de aire no deben estar orientadas directamente hacia la cara ni tampoco debe estar activado el sistema a demasiada potencia, con el consecuente ruido que genera, ya que puede ocasionar dolores de cabeza o migrañas. Es mejor orientar las rejillas hacia arriba para que así el aire se reparta por todo el habitáculo.

– Tampoco es conveniente orientarlas directamente hacia el pecho, ni hacia los ojos, principalmente en el caso de usar lentillas, porque aumenta el lagrimeo y la sequedad ocular.

– Hay que evitar que el ambiente sea excesivamente seco porque puede producir malestar, picor y escozor en los ojos, sobre todo si se tiene miopía o astigmatismo.

– El sistema de climatización requiere un mantenimiento específico. Se recomienda cambiar los filtros cada 15.000 ó 20.000 kilómetros, aunque en realidad depende del uso. Un filtro sucio no enfriará correctamente y consumirá más combustible. En cuanto a las recargas del aire, al tratarse de un circuito cerrado no tendría que haber fugas, pero puede ocurrir, por lo que se recomienda una revisión anual para evitar estas fugas y para ver si es necesaria una recarga. Otro error común es tener el aire acondicionado sin usar mucho tiempo, sobre todo durante los meses de invierno. Por ello, se recomienda encenderlo de manera regular durante algunos minutos, aunque sea en invierno, para mantener activo el mecanismo.